El sabado pasadao, presencié una escena, que me gustaria compartir y que la comentarais. Me explico: Mientras estaba en la playa, tomando tranquilamente el sol, miraba un grupo de niños que jugaban a futbol. Uno de de ellos de unos 12 años, los otros dos de unos 5-6 y 8-9. Hasta el momento todo correcto, pero en un momento del juego, el más pequeño de los niños tenía la posesión del balón, el mayor fue a quitarsela sin ningún tipo de brusquedad, el niño intento regatearlo, cayó al suelo y el mayor le quito la pelota y continuó jugando con el mediano de los niños. Ante la acción, el pequeño que seguía en el suelo empozó a gritar: "¡Faltaaa, eso es faltaaa!" mientras lloraba desesperadamente y golpeaba el suelo. Los otros dos continuaron jugando sin inmutarse y el pequeño continuó con su berrinche.
Al minuto o dos de desantención, el niño se levantó y continuó jugando como si nada hubiera pasado. Aquí es donde plateo
yo mi pregunta. ¿Estamos ante un claro caso de
educación en movimiento, o simplemente ante un mero caso esporádico que de dio durante el juego?
Yo creo que si estamos ante el primer caso, el niño, aunque sin ayuda de un educador, se dió cuenta, o bien que fingiendo no siempre se consigue lo que se quiere, o bien de algo muy importante de cara al futuro y a la vida. A levantarse después de cada caida y continuar siempre hacia delante. Quizás le estoy dando demasiadas vueltas a un suceso sin importancia, pero me gustaría saber que pensais! Mil gracias por adelantado.
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