Lo subliminal de los tiempos en que vivimos, el desenlace.

 Un poco a proposito de la idea del gorila presente en los anuncios y en general en muchos aspectos de nuestra vida diaria, he decidido hacer una recopilación de espots para que, si quereis, identifiqueis los gorilas que seais capaces de ver a modo de juego

Spot 1

Spot 2

 

Spot 3

Hasta aquí, exactamente igual que el post publicado anteriormente, ahora vamos a revelar los llamados "gorilas" de estos espots, muchos de estos gorilias, identificados gràcias a los comentarios de mis compañeros, en especial gracias a Adrià y a Carles.

Spot 1: De los dos primeros spots es claramente el sexismo, de como el hombre va a trabajar mientras la mujer se queda en casa al cuidado de los niños y atendiendo la limpieza y cuidado de la casa. Otra cosa que podriamos remarcar es la alusión a la feminidad, es decir, el hecho de qe la mujer siempre debe tener unas manos suaves y perfectas, aportacón a manos de Carles.


Spot 2: Vuelve aquí a aparecer el sexismo, esta vez algo más enmascarado, no habria sido capaz de desenmascararlo si no fuera por la observación de Adriá. Es el hombre el que limpia, bien, pero es la mujer la que saca el producto de limpieza del bolso. En un principio no me llamo la atención, pero, como no puedo describirlo mejor que mi compañero, simplemente, citare. "...al segon encara que es l'home el que neteja és la dona la que es trau del bolso el producte de neteja com si fora part de ella ja que sempre la porta al darrere.".


Conlcusión final, los medios de comunicación son el instrumento perfecto para difundir las ideologias que predominan en la socieda, consumismo, sexismo, culto a la delgadez... son infinitas, al fin y al cabo, las personas, para bien o para mal, somos seres ideológicos. Sin embargo el tercer spot nos hace ver como los medios de comunicación pueden modificar a su antojo estas ideologias subliminales para influir en la gente. Es el ejemplo de este cartel propagandiste de la guerra mundial, en el que a la mujer por un tiempo, se le atribuían las mismas capacidades que a los hombres, más que por convicción, por necesidad.